Es mostren les entrades ordenades per rellevància per a la consulta felicitat. Ordena per data Mostra totes les entrades
Es mostren les entrades ordenades per rellevància per a la consulta felicitat. Ordena per data Mostra totes les entrades

13 d’abril 2023

Per una nova societat d'obligacions recíproques

Can We Be Happier? Evidence and Ethics

La pregunta de si podem ser més feliços, motiu del comentari del llibre d'avui, hauria de ser posterior a la de saber si som feliços ara. I com sempre anem a petar al problema de la mesura. L'economista Richard Layard porta molts anys explicant que podem mesurar la felicitat, i que hi ha dos components, la satisfacció amb la vida que té cadascun de nosaltres (felicitat experimentada) i la felicitat creada, fruit de la interacció social amb els altres. I diu:

We need to replace the harsh culture in which we judge our lives by our success compared with others. That is a zero-sum game – the total of relative success can never be changed, however hard each person tries to improve their own position. Instead, we need a goal for each of us which can lead to progress for all. That goal has to be the positive-sum activity of contributing to a happier society.

If we want a happier society, we have to aim at it explicitly. We will never achieve a happier society as a by-product. And it is a single overarching concept that we need if we are to displace the false idol of GDP. A dashboard of wellbeing indicators is certainly better than nothing, but it has been tried for half a century by the ‘social indicators’ movement with relatively little success.

Més endavant recupera els 10 factors que contribueixen a la felicitat:


Curiosament, tant que parlem de desigualtat, la referida a la renda diu que només explica menys del 2% de les diferències en la felicitat. És el que diu, jo no ho puc contrastar. En canvi el més important a tenir en compte són les privacions, allò al que no es pot accedir. I es carrega plenament la jerarquia de necessitats de Maslow.

Entre països, allò que explica la variació en el nivell de felicitat són bàsicament sis factors que expliquen el 76%:
  • trust (the proportion of people who think ‘most people can be trusted’)
  • generosity (the proportion who have donated money to a charity in the present month)
  • social support (the proportion who have relatives or friends they can count on to help them whenever they need them)
  • freedom (the proportion who are satisfied with their freedom to choose what they want to do with their life)
  • health (years of healthy life expectancy)
  • income (GDP per head)
És el que diu. A la majoria de països la felicitat va augmentar entre 1980 i 2007, després hi ha hagut recorreguts diversos i el creixement econòmic no és garantia de més felicitat.
I el llibre parla dels mestres, dels metges, dels polítics, funcionaris, científics, economistes i tots aquells que poden contribuir a la felicitat i els ofereix una agenda per a l'acció.

There is no objective reason why so many lives in the West should be so stressful. We ourselves have created the stress by our goals, and the way our institutions respond to them. If we change our goals, we really can produce a happier society.

Future generations will be shocked by many of the unthinking and unskilful features of life today. They will be shocked at the neglect of mental illness, at the stresses imposed on our children, and at the common assumption that everyone is an egotist.

So the world happiness movement can indeed bring in a better, gentler culture and do it fast. But what happens will ultimately depend on each one of us. We can all be heroes in the happiness revolution

Llibre recomanable, amb alguns biaixos que es poden descomptar des de l'inici (com una èmfasi excessiva en la salut mental i el mindfulness). En Martin Wolf deia que no li agrada massa això de que la felicitat estigui al capdamunt de l'agenda política. Jo crec que el que cal és afavorir les condicions per a un alt nivell de satisfacció amb la vida, i no sé si la paraula felicitat ajuda o distreu, potser més el segon. Estic convençut que una societat amb menor stress és possible. Totes aquelles decisions i accions individuals i col·lectives que hi contribueixin seran benvingudes en una nova societat d'obligacions recíproques.

PS. Malauradament no hi surt Catalunya als rankings de felicitat que publica Layard. Miraré de trobar material si és que n'hi ha.

PS. Sobre les diferències de renda i la felicitat: "There have been thousands of surveys in hundreds of countries and they typically find that, holding all else constant, a person with double your income will be 0.2 points happier than you are. Similarly, a person whose income is one half of yours will be 0.2 points less happy"

PS. El concepte de societat d'obligacions recíproques és de Collier.



20 de gener 2024

La indústria de la felicitat

HappycraciaCómo la ciencia y la industria de la felicidad controlan nuestras vidas

Eva Illouz ens explica al seu llibre Happycracia com la ciència i la indústria de la felicitat controlen les nostres vides. Carrega fort contra la psicologia positiva:

En cuestión de muy pocos años, la psicología positiva había conseguido lo que ningún otro movimiento académico había logrado antes: introducir la felicidad en lo más alto de la agenda académica e inscribirla como prioridad en las agendas sociales, políticas y económicas de muchos países. Gracias a este movimiento, la felicidad podía ya dejar de considerarse un concepto nebuloso, un horizonte utópico o un lujo personal inaccesible para muchos para convertirse en una meta universal, en un concepto que se podía medir y que permitía definir los rasgos psicológicos que caracterizaban el funcionamiento sano, exitoso y óptimo del ser humano.

Missatges clau: 

 La pregunta que se plantea es si la felicidad es la meta más importante a la que todos debemos aspirar. Tal vez sea así. Pero si atendemos a lo que los científicos de la felicidad proponen a este respecto, entonces convendría pensarlo dos veces. Este no es un libro contra la felicidad, sino contra la visión reduccionista de la «buena vida» que la denominada ciencia de la felicidad predica y que cada vez está más extendida. Ayudar a la gente a sentirse mejor es una intención encomiable, ni qué decir tiene. Pero a la luz de lo que esta ciencia propone, no queda más remedio que afirmar que en su aproximación a la felicidad humana[6] no es oro todo lo que reluce.

Nuestras reservas hacia esta concepción de la felicidad se basan en cuatro puntos o preocupaciones principales: epistemológicos, sociológicos, fenomenológicos y morales. El primero de ellos es de carácter epistemológico en tanto que cuestiona la validez de la ciencia de la felicidad como ciencia y, por extensión, cuestiona la validez de su concepción de la felicidad como algo científico y objetivo. La ciencia de la felicidad es una ciencia débil y, como tal, también lo es el razonamiento que hay detrás de la noción de felicidad humana que defiende. El filósofo pragmatista Charles Peirce dijo una vez que una teoría, en tanto cadena de razonamiento, es tan fuerte como lo es el más débil de sus eslabones, y en la ciencia de la felicidad hay numerosos presupuestos infundados, inconsistencias conceptuales, problemas metodológicos, resultados no probados y generalizaciones exageradas, de modo que es difícil aceptar de forma acrítica todo lo que dicha ciencia afirma como verdadero y objetivo.

El segundo es de tipo sociológico. Independientemente de lo buena o mala que sea como ciencia la propia ciencia de la felicidad, cabe preguntarse qué agentes sociales encuentran útil su noción de felicidad, a qué intereses y presupuestos ideológicos sirve, y cuáles son las consecuencias económicas y políticas de su amplia implementación social. En este sentido, vale la pena observar que tanto el enfoque científico de la felicidad como la industria de la felicidad que se ha creado y expandido a su alrededor contribuyen de forma significativa a legitimar la suposición de que la riqueza y la pobreza, el éxito y el fracaso, la salud y la enfermedad son fruto de nuestros propios actos. Lo cual legitima también la idea de que no hay problemas estructurales, sino solo deficiencias psicológicas individuales; en definitiva, que no existe la sociedad sino solo los individuos, por citar una frase de Margaret Thatcher inspirada en Friedrich Hayek. La noción de felicidad tal y como hoy la formulan y aplican socialmente algunos científicos y expertos está demasiado a menudo al servicio de los valores impuestos por la revolución cultural neoliberal. Dicha revolución, que fue concebida por la escuela de Chicago y retomada a partir de la década de 1950 por numerosos economistas neoliberales, logró convencer al mundo de que la búsqueda de la felicidad individual era el único sustituto valioso y realista de la búsqueda del bien colectivo, como la propia Thatcher declaró en una entrevista para el Sunday Times en 1981: «Lo que me ha irritado de la política de los últimos treinta años es que siempre ha estado orientada hacia un modelo de sociedad colectivista. La gente se ha olvidado de que lo único importante son los individuos. […] Cambiar la economía es la forma de cambiar ese enfoque. […] La economía es el método; el objetivo es cambiar el corazón y el alma[7]». En este sentido, afirmamos que la búsqueda de la felicidad tal y como la conciben los científicos de la felicidad no representa el bien incuestionable y supremo que todos debemos perseguir, sino que simboliza el triunfo de la sociedad individualista sobre la colectivista.

El tercero es de carácter fenomenológico. Tiene que ver con el hecho de que demasiado a menudo la ciencia de la felicidad no solo no da lo que promete, sino que además genera resultados paradójicos e incluso indeseables. Y es que la ciencia de la felicidad construye sus propuestas de bienestar y realización personal sobre una paradójica narrativa de crecimiento personal que tiende a generar esa misma insatisfacción y malestar para las cuales promete remedio. Al establecer la felicidad como un objetivo imperativo y universal pero cambiante, difuso y sin un fin claro, la felicidad se convierte en una meta insaciable e incierta que genera una nueva variedad de «buscadores de la felicidad» y de «hipocondríacos emocionales» constantemente preocupados por cómo ser más felices, continuamente pendientes de sí mismos, ansiosos por corregir sus deficiencias psicológicas, por gestionar sus sentimientos y por encontrar la mejor forma de florecer o crecer personalmente. Eso, a su vez, convierte la felicidad en una mercancía perfecta para un mercado que se nutre de normalizar esta obsesión con uno mismo y con el propio bienestar psicológico.

Por último, el cuarto es de tipo moral y atañe a la relación entre la felicidad y el sufrimiento. Al identificar la felicidad y la positividad con la productividad, la funcionalidad, la excelencia y hasta la normalidad —⁠y la infelicidad con su contrario⁠—, la ciencia de la felicidad nos coloca en una encrucijada, obligándonos a elegir entre sufrir y estar bien. Lo cual supone, además, que uno siempre puede elegir, como si la positividad y la negatividad fueran dos polos diametralmente opuestos y se pudiera borrar el sufrimiento de nuestras vidas de una vez por todas. Las tragedias son, por supuesto, inevitables, pero la ciencia de la felicidad insiste en que el sufrimiento y la satisfacción son, al fin y al cabo, opciones personales. Así, los que no utilizan las adversidades y los reveses como incentivos y oportunidades para el crecimiento personal son sospechosos de querer y merecer, en el fondo, su propio malestar, independientemente de cuáles sean las circunstancias particulares. Por lo tanto, al final no hay mucho que elegir: no solo estamos obligados a ser felices, sino a sentirnos culpables por no ser capaces de superar el sufrimiento y de sobreponernos a las dificultades.

i acaba amb aquest paràgraf:

 Esa industria de la felicidad no solo perturba y confunde nuestra capacidad para conocer las condiciones que moldean nuestra existencia; también anula y deslegitima esa capacidad, la vuelve irrelevante. El conocimiento y la justicia, antes que la felicidad, siguen siendo los valores más revolucionarios que tenemos en nuestras vidas.

 

El contingut del llibre va sobre això. Podeu estar-hi més o menys d'acord. Podeu confrontar-ho amb els plantejaments de Layard que critica obertament. Però el que està clar és que la felicitat ha creat una indústria, que també subministra als governs presumptes precursors per encebar cors i ànimes cap a la felicitat (desconec si alhora permet decantar vots cap un partit).



23 de febrer 2024

Quins són els valors dels catalans? (2)

 Li pregunto a Gemini AI sobre els valors en sociologia i el resum em sembla raonable i diu:

En sociologia, els valors es refereixen a les creences i principis que guien el comportament individual i col·lectiu dins d'una societat. Poden ser definits com a normes socials compartides que defineixen el que és acceptable, desitjable i important dins d'un context social concret.

Característiques dels valors:

Compartits: Els valors no són idees individuals, sinó que són compartits per un grup social, ja sigui una família, una comunitat, una nació o fins i tot una societat global.

Jerarquia: Els valors no són tots iguals, sinó que existeix una jerarquia que determina quins són més importants que d'altres.

Influència: Els valors influeixen en les nostres decisions, actituds i comportaments.

Dinàmics: Els valors no són estàtics, sinó que poden canviar amb el temps a mesura que la societat evoluciona.

Funcions dels valors:

Proporcionar un sentit de direcció: Els valors ens guien en la presa de decisions i ens ajuden a determinar què és correcte i incorrecte.

Mantenir l'ordre social: Els valors promouen la cohesió social i el funcionament harmoniós de la societat.

Legitimar les desigualtats: Els valors poden ser utilitzats per justificar les desigualtats socials i econòmiques.

Promoure el canvi social: Els valors poden ser un motor de canvi social quan s'identifiquen injusticíes o desigualtats.

Tipus de valors:

Valors morals: Es refereixen a les nostres idees sobre el bé i el mal.

Valors religiosos: Es basen en les creences d'una religió en particular.

Valors culturals: Són els valors que defineixen una cultura específica.

Valors polítics: Són els valors que guien la nostra participació en la vida política.

Valors econòmics: Són els valors que determinen com s'organitza la producció i distribució de recursos en una societat.

El Centre d'Estudis d'Opinió acaba de publicar un estudi titulat els valors del catalans. N'havia publicat un altre el 2021 molt detallat. I si fa 4 dies estàvem a 6,9 de felicitat ara ja estem a 7,2 (p.48), aquí els intervals de confiança no es publiquen ni interessen. Algú s'ho hauria de fer mirar.

El més satisfets amb la vida són a un partit que s'esvaeix, i els que menys a un altre que també. I recordeu la gent més satisfeta amb la vida valora millor la sanitat.

i els casats són els més satisfets amb la vida

i aquests són els valors humans bàsics (que permeten comparar amb el World Values Survey)


i els polítics és en qui menys es confia

i la majoria de la població no se sent orgullosa de ser espanyola, però des de fa anys ningú fa cas d'aquesta resposta ni explica la manera de deixar-ho de ser. Estic convençut que la solució d'aquest factor augmentaria la satisfacció amb la vida d'aquesta majoria.
Podeu consultar l'informe sencer a la web del CEO. Ara bé, si el que voleu és saber els valors dels catalans, l'informe anterior era el rellevant, aquest no dona resposta a la definició de valors que he esmentat al principi, i per tant l'informe és incomplet.

PS. El valor de la salut no queda reflectit, només es pregunta sobre la percepció d'estat de salut, que no caldria perquè ja hi ha una enquesta que ho pregunta amb molt detall, l'ESCA, però el CEO ni se n'ha adonat.
PS. a la premsa no es publica això, només he vist referències a sexe i gènere.


17 d’abril 2023

El benestar dels catalans

 Informe sobre el benestar i el progrés social a Catalunya





 Com que l'altre dia vaig enllestir aquell llibre de Layard sobre la felicitat, he volgut mirar la situació del benestar dels catalans. I les dades són les que hi ha als informes de referència. Però sobretot al de l'OCDE i tenim una satisfacció amb la vida de 6,2.



I aixó és molt o poc?. Doncs hi ha 5 regions de l'OCDE properes que en tenen més (Murcia, Balears, Valencia, Aragó, Cantabria).





19 de gener 2024

El benestar dels catalans (2)

Anàlisi del Benestar Subjectiu a Catalunya

Han sortit les dades sobre la felicitat dels catalans i diuen que estem a 6,9 de 10. La mitjana europea és de 6,7 segons l'últim informe de l'OCDE Better Life Index (això és el que diu la nota de premsa oficial). Però agafa les dades que  vol agafar. Si mirem la informació oficial de la Unió Europea, la mitjana és a 7,1, aquesta és la dada darrera de 2022. Això no ho diu la nota de premsa.
El que tampoc no diu la nota de premsa és que l'OCDE va calcular la satisfacció amb la vida dels catalans en un 6,2% (ho vaig explicar l'abril passat) i com que el resultat no devia agradar al govern, va encarregar un estudi específic amb enquesta a 4000 persones que hem pagat entre tots. El resultat és que tot d'una ara ja estem al 6,9, hem superat la mitjana (aquest és el titular que es cercava i l'han aconseguit comparant-ho amb l'OCDE). Però a l'informe no trobareu cap referència comparant les dades que l'OCDE va calcular per Catalunya ni les dades darreres de la Unió Europea, quina casualitat.



De què depèn la satisfacció amb la vida? L'edat hi juga un paper clau i la família i la salut en són factors més determinants. A partir dels 50 anys la salut es troba al capdamunt:


I la satisfacció amb la vida és més gran quan més salut tens:

 
Ara bé, si mirem que en pensa la gent d'un àmbit com la sanitat segons el seu grau de satisfacció amb la vida, obtindreu això:


El diferencial entre la valoració d'uns i altres és notable segons la satisfacció amb la vida. La gent més satisfeta amb la vida valora millor la sanitat. 
Davant la "impossibilitat" de millorar el sistema de salut, alguns ja poden estar pensant en com millorar la satisfacció amb la vida, perquè si miren les estadístiques de satisfacció amb el sistema sanitari veuran la tendència decreixent. La satisfacció amb els serveis sanitaris públics ha passat del 89,6 al 82,9 entre 2013 i 2022. Aquesta és la dura realitat de les dades.
Es miri per on es miri, la satisfacció amb la vida és inferior a Catalunya que a Europa, la pregunta és: el govern vol que siguem més feliços? o vol que les dades semblin que ho som?. Em temo que els fogons de la cuina de dades del govern treballen a tot drap.

PS. No tinc clar el model utilitzat. M'agrada més el de Layard, sobre què ens fa feliços.









28 de desembre 2023

Què ens fa feliços?


L'informe mundial de la felicitat ens explica en sis variables quin són els països on els seus habitants són més feliços. Aquestes variables són: PIB per càpita, suport social, esperança de vida en bona salut, llibertat per escollir a la vida, generositat, i inexistència de corrupció. I el resultat és aquest:





Malauradament, no hi sortim en aquest informe. Però fa temps vaig explicar com ho calcula l'OCDE i allà si que hi sortim.